¿Por qué no tomarse el tiempo para descubrir Vic sur Cère con Beatrice?
Como en una búsqueda del tesoro, vaya a conocer el casco antiguo, déjese sorprender por sus imponentes edificios de los siglos XVI y XVII llenos de historia y leyendas. Pero tenga cuidado, la historia de Vic no termina ahí. ¿Qué es lo que está a 12°, tiene un sabor «ácido» y posee virtudes han sido reconocidas desde la antigüedad? ¿Tiene curiosidad por saberlo? ¡Entonces sígame!
La Casa de los Príncipes de Mónaco
En el pueblo, la más emblemática de las casas es sin dudas la llamada Casa de los Príncipes de Mónaco. Recuerda la unión histórica y política de Carladès al Principado de Mónaco, entre 1643 y 1790 aproximadamente.
¿Sabía usted? En 2014 nos visitaron Albert y Charlène. La placa conmemorativa se encuentra en la torre de la casa.
Casa de la Reina Margot
La llamada Casa de la Reina Margot es una hermosa construcción del siglo XV. En 1585, cuando huyó de Agen a Usson en Auvernia, dicha reina se detuvo durante 10 meses en la fortaleza de Carlat, por entonces propiedad de las Reinas de Francia. En ese momento, se enfermó y decidió hacer una cura de agua mineral en Vic sur Cère. ¿De verdad se quedó en esta casa? ¿Pasó por aquí? Según la tradición oral, esta casa fue suya.
¿Verdadero o falso? ¿La reina Margot tiene que ver con el origen de una particularidad del traje tradicional femenino de Auvernia? ¿Por qué? Descubra la respuesta durante una visita comentada junto a otras anécdotas que le esperan.
La Casa de la Bailía
La Casa de la Bailía, un lugar imprescindible en el que se tomaron importantes decisiones de la administración y la justicia de Carladès. Observar los contornos de las ventanas del sótano nos permite imaginar las antiguas prisiones.
¿Leyenda o realidad? Un túnel subterráneo entre la Bailía y la casa de la Reina Margot se utilizó para el traslado de los prisioneros.
Iglesia de Saint Pierre
Frente a la Bailía se encuentra la iglesia. Las sucesivas guerras entre señores, contra los anglosajones y luego de religión no perdonaron a Carladès. Destruida en tres ocasiones, la iglesia de Saint Pierre de Vic sur Cère, de origen románico, fue reconstruida en estilo neogótico. De su primera construcción se conservan 56 «modillones» (ménsulas talladas bajo el techo). El período termal y la afluencia de «curistas» o «turistas» hizo necesaria su expansión en 1903.
Para un descubrir cada detalle de la iglesia de Saint Pierre está a su disposición un folleto de presentación.
La fuente y el quiosco de los bebedores
¿Ha notado estas residencias, algunas de estilo «belle époque» o «art déco»? ¿Todos estos hoteles? En Vic sur Cère todo nos lleva de regreso a las aguas minerales y al desarrollo termal de finales del siglo XIX. Conocidas desde la antigüedad, perdidas y redescubiertas en el siglo XVI, son gaseosas, ferruginosas y bicarbonatadas de ahí su sabor «ácido».
«La Belle Epoque» se vivió más en Vic sur Cère que en cualquier otro lugar de Cantal. Un casino, baños, una conexión ferroviaria con París e incluso el acceso a la electricidad producida en las gargantas del Paso de Cère, todos estos elementos han contribuido a la reputación de la ciudad como destino turístico, e incluso han influido en la decisión de una reina. En efecto: en 1903, Vic sur Cère tuvo el privilegio de recibir a una reina en la persona de Ranavalona III de Madagascar, por entonces exiliada en Argelia tras su destitución por el general Galliéni.
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